Id Yuzuriha Inori

Yuzuriha Inori// 18 años// Mujer// Domadoras de bestias// Heterosexual//

Descripción psicológica:
Es una joven preocupada e interesada por todo. A primera vista parece una chica aburrida pero al ser tan torpe puede llegar a hacer divertida. Es amable y sincera. A veces puedes llegar a gastarle bromas fácilmente haciéndola cabrear, ya que llega a hacer muy inocente. Tampoco puedes llegar a fiarte de su linda inocencia ya que cuando se enfada puede llegar a hacer agresiva, {suele pegar mordiscos y pincharte un lápiz en el brazo, por eso no recomiendo hacerla enfadar}.
Es una chica distraída, puede llegar a quedarse dos horas o más mirando al techo mientras hace cosas. Cuando le hablan, parece estar ausente pensando en sus cosas pero a la misma vez puede atenderte a ti, ni ella misma entiende como puede hacer este tipo de cosas, a lo mejor por la magia, pero quien sabe.
Cuando hay un momento incómodo suele hacer ruidos con la boca que hacen reír a la gente y que nadie puede imitar. Si esta sentada en una silla, se balancea en ella. Si esta caminando por la calle y ve charcos de agua por las lluvias, las salta o las pisa toda contenta y empieza a cantar. Cuando esta con alguien y lo ve triste le hace reír con estupideces o simplemente haciéndole cosquillas.Tiene la manía de preguntarlo todo, por eso es una chica tan curiosa que raramente le cae bien a la gente incluso con sus mordiscos (?).  
Lo que más le gusta en todo este mundo es ver a la gente feliz, siempre que ve a alguien triste corre a ayudarlo o por lo menos hacerle compañía. Si no consigue hacerle feliz intenta llamarle la atención con lagrimas o con otros trucos que nadie ha visto en todo este planeta (?).
Descripción física:
Yuzuriha es una joven que mide 1´60 aproximadamente, su tamaño hace ver fácilmente la edad que tiene. Es de complexión delgada. Su piel es blanquecina y suave, más por la zona de las palmas de la manos. Sus ojos rojos demuestran bastante sobre su personalidad, ya que demuestran profundidad y hay un extraño brillo que aparece de vez en cuando en ambos. Su cabello es de un rosa pálido, por las puntas es un tono de rosa más fuerte, y se lo suele atar con dos coletas rojas, dejando su flequillo dividido en tres partes, una de esas partes esta en medio de los ojos, aunque, igualmente suele llevar el pelo un poco despeinado.
Suele ir vestida con un vestido negro, con una pequeña cinta roja que le rodea la zona de la cintura, un pequeño y delicado lazo rojo, unos volantes blancos por la zona inferior del vestido y unos pequeños botones naranjas acompañados por una cinta larga doblada en dos, sujetada por los botones. Y con el vestido lo acompañan dos pares de botas negras con pequeños detalles naranjas.
Pero solo para ocasiones normales va así vestida. Aunque a ves opta por un vestido blanco con detalles negros y rojos.

Spoiler:

Historia:
Era un día de octubre, me acuerdo de aquel día más que los otros. Estaba lloviendo a cantaros y yo tenía frío, solo tenía siete años y me había perdido en el bosque. Había estado persiguiendo a una ardilla durante un rato, alejándome de mi casa y adentrándome en la oscuridad. Al darme cuenta que estaba sola y la ardilla había desaparecido lo único que hice fue correr. Recuerdo que mi padre me dijo que no me adentrara mucho sola, ya que había un campo de entrenamiento para los soldados novatos y podría llegarme a pasar algo que el nunca podría perdonarse.
Mientras corría recordaba todo lo que me había dicho mi padre sobre como sobrevivir en el bosque. Por desgracia no se acordaba de casi nada. Las gotas de lluvias empezaban a molestarme porque justamente me daban en los ojos. Mis botas rojas empezaron a ensuciarse de barro y eso me entristecía, eran mis zapatos preferidos. Mientras corría miraba por todas partes buscando un refugio, pero nada.
Llegue a cansarme después de estar una hora corriendo y me acomode en las raíces de un roble. Me abrigue con mi chubasquero que apenas me abrigaba. Estaba temblando del frió que hacía. Apenas podía dormir porque se oían bombardeos por el otro lado del bosque, era una niña muy curiosa y quería ver lo que pasaba pero no me arriesgue.Me quede quieta junto al árbol y cerré los ojos.
Al despertarme me dí cuenta que estaba en el campo de entrenamiento para soldados, eso era lo que ponía en un cartel. Me levante de la cama de donde me encontraba y vi a un hombre de cabellos rubios. Estaba durmiendo al lado mio, pero el se encontraba en una silla. Iba a despertar al hombre pero inmediatamente recordé las advertencias de mi padre. Me levante muy lentamente para que el hombre de al lado no me escuchara, me puse mis botas rojas y mi chubasquero que se encontraba en un perchero. Cuando ya había recogido mis pertenencias y estaba apunto de alcanzar el plomo de la puerta, sin querer, pise una rama.
El hombre asustado cogió la metralleta que tenía al lado y me apunto. Yo asustada pegue un chillido que hizo que el hombre se diera cuenta que era yo, no un rebelde. El hombre bajo la metralleta y abrió más sus ojos que eran de color verde. Me recordaba a mi padre, era igualito. Yo de inmediato al recordar el rostro de mi padre, empecé a llorar. El hombre corrió a abrazarme haciendo que dejara de llorar. Yo correspondí a su abrazo. El hombre se alejo unos centímetros de mi y sonrió.
Los dos nos sentamos junto a una mesa y el me pregunto donde vivía. Y yo le conteste secándome las lagrimas que caían de mis ojos. Sabía donde vivía pero no por donde se debía ir para llegar hasta mi casa. El hombre me escucho atentamente y se le abrieron los ojos cuando le dije el nombre de mi pueblo. Se llevo la mano a su barbilla y estuvo callado un rato. Finalmente me dijo que no podía llevarme ahí. Yo le pregunte de por que no podía ir junto a mis padres y el me dijo que ese pueblo fue arrasado por los rebeldes ayer por la noche. Ya sabía porque por la noche se oían bombardeos y ella no podía dormir.
Cuando paso una semana el hombre que acabo siendo para mi uno más de la familia, me llevo al pueblo. Lo vi todo arrasado, la tierra era de color gris, las casas estaban derrumbadas por completo y los árboles ni si quieran tenían ramas ni hojas. Fui corriendo a donde ciertamente debería estar mi casa, pero solo habían más que escombros.
Pasaron años y años, acabe creciendo y aquel hombre que me había salvado en plena guerra se convirtió en mi padre. Aprendía a domar bestias en los bosques normales de mi ciudad, así llegando a la conclusión y decisión de domar las mejores bestias de Etrian Odyssey, desde ese día emprendí mi viaje con mi padre.  
Habilidades:
-Su agilidad es impresionante
Gustos:
-Los colores pasteles
-Los gatos, prefiere los tigres blancos.
-La comida japonesa
-El café
-Los abrazos
-Los peluches

Disgustos:
- La oscuridad
- Su marca de nacimiento